adolescente
moría
de amor.
las
nubes se deshacían en acuarelas sobre la tierra
reflejando
las lágrimas primeras
del adolescente recién nacido.
del adolescente recién nacido.
no
había nada más. silencio.
luces
temblorosas, sombras tímidas,
azules,
malvas, palidez, casi rosas,
tintes
tenues, armonía, pasión.
una
palabra, el silencio,
siempre
el silencio y la conjetura.
sobre
todo la incertidumbre.
ella
estaba ahí y yo la quería,
la
quería sin reservas, para siempre,
pero
el para siempre es ahora
y el ahora no se decide, llega y te toma,
te
hace suyo y ya no eres tú,
no
quieres ser tú,
sólo
ser. Sólo ella.
moría
de amor
y el agua ascendía resuelta, definitiva, ligera.
morir
de amor es brillar bajo la necesidad.
necesidad
de ser amado,
ser
su necesidad.
moría
de amor.
si
tú supieras de mis insomnios,
si
sólo rozaras mi pensamiento,
no,
no es posible,
el
desconocimiento es una burbuja despistada, un acaso,
una
interrogación fuera de lugar.
muero
de amor, estoy muriendo,
y los labios que nunca tendré ríen sin mí,
se
abren, no me esperan.
moriré
de amor y tú no lo sabrás.
si
sólo fuera eso, morir…
ya
no puedo decirlo.
te
quiero, es más que amor,
moriría
de amor y tú no lo sabrías,
y yo esperaré,
aún
sabiendo que nunca estarás,
que
el nunca es siempre,
que
el siempre es ahora…
moría
de amor adolescente,
te
miré bajo la lluvia pero no llovía,
eran
mis lágrimas, ya no era yo,
sólo un amor sin ti, puro, sin respuesta.